Soledad

Algunos individuos hacen "lo que sea" para no enfrentarse a la soledad. Habitamos un mundo diseñado para proporcionar evasiones. La televisión, cine, deportes, drogas, lecturas, internet, licores, pastillas, etc., etc. La mayoría nos enfrascamos en la huida más rápida y cómoda con tal de no tener que escuchar nuestro silencio. Cuando la aceptación a la soledad es un proceso intelectual el osado que quiso experimentarla se desgarra al ver surgir su sombra. Nos olvidamos que no podemos estar mejor acompañados que cuando nos unificamos al Ser, que es lo único constante. Lo demás, lo que aceptamos o no, es un malabar de la razón... No tiene nada que ver con el amor hacia nosotros mismos, sino por aceptar y entender quiénes somos con nuestros horrores y maravillas, pues dejamos de encasillar, de clasificar y catalogar. Dejamos de etiquetar en bueno o malo, dejamos de odiar, solo Somos. Si podemos quitar todo el agotador trabajo mental aparece el Ser, y el Ser no necesita aceptares. Es.

Ancestral sacrificio

Los tiempos han cambiado pero las mujeres nos hemos olvidado de borrar las huellas mnémicas que bordaron nuestras predecesoras en el rosado inconciente.

Un signo que nos condiciona a actuar en formadiamentralmente opuesta a la del hombre es el del sacrificio.

Sus orígenes nacen en que para dar vida debemos pagar un precio que generalmente va en detrimento de nuestra salud, nos sumerge en las fauces del dolor físico, y al miedo de enfrentarnos a lo desconocido. Cambiamos y exponiendo nuestra estética voluntariamente ofrendamos e inmolamos nuestro cuerpo físico en nombre de la creación encomendada.

Las mujeres tenemos que hacer un gran esfuerzo para no someternos a los patrones de sacrificio a favor de la comunidad y cuando lo hacemos creemos que debemos pagar un precio. Cada vez que ignoramos el llamado de la obediencia servil estamos dispuestas a un caro desembolso. Esta es una de los profundas reacciones aprendidas por las cuales algunas mujeres conservan a sus maridos a pesar de ser muy infelices en sus matrimonios. Creemos que necesitamos al hombre por que sin él no seremos capaces de defendernos, pues no estamos completas y asi expiamos la culpa por ser mujer.

Comparándonos con los hombres descubrimos en ellos una conducta libre e individualista, además de una gran independencia, con esto no quiero decir que ellos no se sacrifiquen, si pueden llegar a hacerlo pero lo concretan desde otro lugar.

Debió ser muy difícil en la prehistoria para las mujeres, salir corriendo cargando a los hijos en caso de un ataque, la evolución nos permitió comprender y cambiar algunas conductas pero aún seguimos enarbolando el pesado estandarte del sacrificio.

Analicemos objetivamente tenemos tan instaurado este proceder que ni siquiera se nos ocurre cuestionarnos y mucho menos unificar nuestro escindido destino.

Mantram

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Esfuerzo

Cuando creemos que la vida es una lucha entonces todo lo que hagamos lo consideraremos un trabajo, en el cual está implícito algún tipo de esfuerzo. Trabajo, lucha, esfuerzo son conceptos que maneja la mente. Estamos hablando de una búsqueda y por supuesto lo hacemos desde la mente. Sometemos a nuestro cuerpo físico a las más diversas torturas a favor de la unión, de la expansión, algunos ayunan, otros practican sexo sin eyacular, hay quien consume sustancias tóxicas, otros caminan arrodillados hasta sangrar, aclaro que no estoy en desacuerdo con este tipo de experiencias, solo quiero hacer notar que el que busca es el Ego el que desea y necesita sentirse más "espiritual". Trabajo, búsqueda, lucha... Gira el mundo y nos perdemos el concierto de vida que tenemos al rededor. Solo enfocando nuestro interno en plena quietud podremos revelar el misterio. Y descubrir (des-cubrir) el Ser.

Locura colectiva

Víctimas de una amarga disconformidad buscamos la "realización", alguien bautizó con su apellido una pirámide que cataloga necesidades humanas que generalmente son como la zanahoria que colgamos a la vista del burro, para que siga hambriento y deseando. Pocos existen que sinceramente pueden decir "he llegado a la cúspide. Estoy realizado." Algunos buscan tener hijos, otros estudiar la maestría y unos cuantos desean espiritualizarse apostando por el blanco o el negro. Reforzando nuestra personalidad, creemos que somos nuestro Ego, nos identificamos como padres, maestros, seres angelicales o demoníacos. Por una baja autoestima nos inclinamos ante la cruz o buda pidiendo que nos arreglen la vida que tan esmeradamente complicamos. Es la escasa autoestima la que nos insta a tener conocimientos para seguir reforzando el intelecto. Por baja autoestima suplicamos amor, anhelando alguien que nos de todo el que nosotros no nos damos. Por la misma razón vamos rodeándonos de una serie de colecciones inútiles, cubriendo nuestra baja autoestima queriéndola tapar con tener y comprar prolongando nuestro Ego con posesiones. Mientras no veamos la ilusión de los opuestos, la locura colectiva nos impulsa a querer ser, tener, destacar. Creemos necesitar tanta inutilidad seguramente vamos corriendo una carrera de obstáculos con el fin de mantener la imagen. Acaso podremos despertar? Mientras estemos subyugados e hipnotizados con el: querer ser y tener nos perdemos que ya Somos.

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Condicionamientos

Vamos por la vida esperando que las situaciones o personas se presenten o actúen de una forma determinada, cuando no es así, cuando defraudan nuestras expectativas comienza el conflicto. Nos bloqueamos y rechazamos la realidad. Cuando responden a nuestro deseo creemos envolvernos en un manto de amor ficticio. Si todo sale según nuestras ideas preestablecidas respondiendo al modelo que tenemos construido en nuestra cabeza sentimos que la vida nos sonríe. Cuando no es así nos frustramos. Entonces nos cerramos, limitamos y dejamos de ver todo lo que está pasando alrededor. No podemos comprender lo que sucede porque esa situación es diferente a la esperada. Comenzamos a tejer relaciones entre nuestras frustraciones y las personas que no responden al modelo y chocamos. Si fuéramos capaces de dejarlo al otro que se manifieste como Es, si nos diéramos la oportunidad de ver al otro como alguien nuevo y diferente no existiría el conflicto. Si pudiéramos eliminar los condicionamientos que tenemos respecto a cómo deben comportarse, actuar y ser las personas y podríamos construir relaciones amorosas y reales. Eliminando los condicionamientos me acerco a ti, me sorprendo y te respeto por que no espero nada concreto. Me suelto al descubrimiento. Disfruto y no intelectualizo. Vivo y no espero.¡ Vivo!