domingo, 9 de marzo de 2014

Observador

Si podemos observar y ser lo observado, en cualquier momento nos daremos cuenta que somos un sueño, porque eso es lo que hay, el observador y lo observado es un sueño. No son dos sueños separados, todo es el mismo, lo que llamamos nuestro dentro y nuestro fuera es un sueño, lo que reprimimos lo vemos en nuestro sueño de fuera, por eso vemos el mundo tan cruel, si podemos unir nuestros sueños, darnos cuenta del observador y de lo observado el sueño desaparece, pero para eso no hay que imaginar nada, no es un imaginar, es un reconocimiento en lo que no nos gusta del mundo, no es un buscar la luz en este fuera, en los sueños no hay luz ninguna, por eso son sueños, porque carecen de luz propia, observemos y aunque duela...toda esa escoria de este mundo somos nosotros, todo el dolor del mundo somos nosotros que nos dolemos, los otros no son culpables de lo que ocurre...esa en nuestra integración, abrir esa puerta que tanto nos cuesta. Pero olvidemos las teorías, todo lo que sabemos, todo eso que cargamos, todos los conceptos de dios, de lo que hay que hacer para integrarse, de la dualidad, todo lo aprendido no nos sirve, ni nunca nos va a servir, para darnos cuenta no necesitamos cargar con nada, ni tener ningún tipo de conocimiento, ni esperar ver la luz, todo eso son bobadas, el problema está en que no nos conocemos porque nos da miedo, el problema está en lo que nos ocultamos para seguir creyendo que somos alguien.

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