miércoles, 14 de enero de 2015

Locura coleciva





Locura colectiva

Víctimas de una amarga disconformidad buscamos la "realización", alguien bautizó con su apellido una pirámide que cataloga necesidades humanas que generalmente son como la zanahoria que colgamos a la vista del burro, para que siga hambriento y deseando. Pocos existen que sinceramente puedan decir "he llegado a la cúspide. Estoy realizado."
Algunos buscan tener hijos, otros estudiar la maestria y unos cuantos desean espiritualizarse apostando por el blanco o el negro. Reforzando nuestra personalidad, creemos que somos nuestro Ego, nos identificamos como padres, maestros, seres angelicales o demoníacos.
Por una baja autoestima nos inclinamos ante la cruz o buda pidiendo que nos arreglen la vida que tan esmeradamente complicamos. Es la escasa autoestima la que nos insta a tener conocimientos para seguir reforzando el intelecto. Por baja autoestima suplicamos amor, anhelando alguien que nos de todo el que nosotros no nos damos. 
Por la misma razón vamos rodeándonos de una serie de colecciones inútiles, cubriendo nuestra baja autoestima queriéndola tapar con tener y comprar agigantando al Ego con posesiones. 
Mientras no veamos la ilusión de los opuestos, la locura colectiva nos impulsa a querer ser, tener, destacar. Creemos necesitar tanta inutilidad seguramente corremos una carrera de obstáculos con el fin de mantener la imagen. Acaso podremos despertar?
Mientras estemos subyugados e hipnotizados con el: querer ser y tener seguiremos construyendo un planeta de infierno.

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