Es desestabilizante para la estructura mental masculina descubrir que existe la mujer completa. Autosuficiente, segura de sí misma, que no se deja influir por los mensajes machistas grabados a fuego en el maltratado inconsciente femenino. Estos anzuelos enganchan volviéndonos presas de mandatos cavernícolas desde que nacemos, nos enseñan que para sentirnos protegidas y seguras, necesitamos a un hombre. Hay mujeres que no ceden, reconocen e integran su parte masculina proceso que las convierte en fuertes guerreras inteligentes, no permiten la manipulación. ¡Qué difícil debe ser para el frágil ego varonil toparse con una fémina de este calibre! La historia viene de lejos, cuenta la leyenda que Dios hizo al hombre y a la mujer, dotándolos de idénticos dones y capacidades, Adán y Lilit fueron la primera pareja de la creación. Eva fue creada tiempo después. La independiente Lilit, además de seductora, era libre, esto significaba una amenaza para Adán, no le tenía miedo, ni se sentía inferior a su compañero, disfrutaba sin complejos del sexo y de todo lo que existía en el paraíso. No dependía de él en ningún sentido, tampoco emocionalmente. Aunque se trataba del mismísimo cielo, la calma no podía durar. Adán luchó por dominar e imponerse (conducta ancestral propia de los machos de la especie "humana"), como Lilit desconoció algún tipo de superioridad en su compañero, decidió abandonar el edén y se fue sola a vivir al bosque. Sabía que no necesitaba nada, ni a nadie. Asociada con la vida y la muerte. Mujer de conciencia integrada. Brindo hoy por las Lilit que todas llevamos dentro y debemos re-conocer. Por aquellas que no pierden el tiempo en reprimir y lo aprovechan al sintonizar su verdadera esencia. Por la mujer completa, alzo mi copa y digo ¡Salud!
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