jueves, 10 de abril de 2014

Observa-te

Observa-te La conveniencia o no de tener un lenguaje común me parece bien en cuanto que así nos entendemos, pero por otro lado, podemos caer en limitaciones, podemos llegar a pensar que las cosas sólo tienen ese nombre. Esas palabras se pueden convertir en un concepto, un concepto común. En cuanto hay conciencia, se entienden todas las palabras porque la conciencia va más allá de ellas, la conciencia se sirve de ellas sabiendo que las palabras no contienen la verdad por si mismas. Los loros pueden hablar pero no son concientes de lo que dicen y eso pasa muchas veces a las personas, que hablan y hablan de amor y de egos y sólo es que les han enseñado a hablar así, son robots que repiten frases bíblicas o de cualquier maestro de turno pensando que están diciendo algo grande. Quizás el trabajo no sea tanto debatir conceptos sino el romperlos. Ningún concepto por gran verdad que encierre es útil. Dediquemonos a terminar de romper todos los conceptos y empecemos a experimentar. No nos quedemos solo con lo intelectual que podamos entender, eso no sirve más que para crear otro concepto. Vamos a lo experimental, a la vivencia. Nadie ha trascendido pensando...

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