domingo, 4 de agosto de 2013

De la evolución a la compulsión por la repetición

El ser humano en sus orígenes estaba más cerca del lado animal, el único punto que le interesaba era la supervivencia, se necesitaron 60 millones de años para poder pasar de la animalidad a la humanidad.
No existía el lenguaje se expresaban guturalmente, cuando descubrieron el fuego recién pudieron alimentarse de comida cocida cuando antes pescados, carnes, se ingerían crudos. El fuego fue un gran salto evolutivo.
En el proceso también se descubre la sexualidad, pasando de la homosexualidad, el objeto de placer era el ano, fue la mujer la que le muestra al hombre que existe otro agujero en su anatomía y también le solicita otra forma de trato.
El animal tiene instinto que es una conducta fija, el objeto está predeterminado y su objetivo es la conservación de la especie salvo en algunos pocos casos esa conducta podría cambiar, dicen que algunos animales son homosexuales como en el caso de los monos, lo que sería una excepción.

Que pasa con el humano? Nuestra conducta es lábil (variable) en consecuencia el objeto no está predeterminado, no para todo hombre le corresponde una mujer, lo que busca el sujeto humano no es la procreación, es satisfacer sus necesidades y deseos incluyendo el amor!
A esto le corresponde una aclaración la sociedad espera una pareja hombre-mujer y es cuestionada la homosexualidad además de otros tipos de relaciones.

Lacan dice que hay un cuerpo de hecho es el biológico con sus correspondientes diferencias físicas y el de derecho es el que permite al sujeto elegir otro objeto diferente del que supuestamente obliga la sociedad.
Desde el momento que la pulsión es lábil y el objeto no esta predeterminado por eso podemos entender las perversiones (fetichismo, sadomasoquismo, etc.)

Es tanta la fuerza de la pulsión que aunque el sujeto sepa que el objeto le producirá dolor igual insiste en esa elección, voy a buscar el goce que es el sufrimiento!!
Si fuéramos animales estaríamos limitados en situaciones, no tendríamos lenguaje ni la posibilidad de expresar sentimientos, tampoco razonaríamos, ni la creatividad que nos caracteriza como especie, además que biológicamente el cerebro animal es diferente al humano.
Si solo tuviéramos instinto animal haríamos un movimiento que produciría respuesta para conseguir el alimento básico y aprenderíamos a defendernos además buscaríamos espacios para ocultarnos.
En el hombre pocos individuos tienen desarrollada la intuición, lo que podríamos llamar un instinto evolucionado, desgraciadamente nos remitimos al sufrimiento de ahí proviene la búsqueda del objeto para padecer y el problema es la compulsión a la repetición, elijo el objeto que me lastima y no al que realmente quisiera tener, es que cuando sufro en realidad gozo.

En el momento que establecemos una relación que no nos dará placer quedamos enredados en un círculo vicioso donde nos encerramos y volvemos a repetir, tal vez cambiando los personajes pero una y otra vez la misma o o parecida triste historia, también llamada karma.
El hacerlo consciente es encontrar la punta de la madeja, aunque probablemente no modifique la compulsión pero comienza el cuestionamiento.

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