jueves, 8 de agosto de 2013

La vida

Invertí muchos años en buscar métodos y escuelas en donde pudiera adquirir el conocimiento espiritual, deseaba pulirme, ser más de lo que era. Me sometí voluntariamente a disciplinas extremas las que no me dejaron mas luminosa por el contrario, me confundieron más. Probé los recursos que tuve a mano, solo hasta que me di cuenta cesé la inútil búsqueda de la perfección. Ese darse cuenta, también llamado inside, click, "me cayó el veinte", etc. sucede sin que hagamos nada, es como un chispazo de claridad, ahora mismo estamos leyendo desde nuestra mente, analizas, comparas, etc., en cambio el darse cuenta no es un acto mental. Simplemente sucede. Es como una revelación... Cuando entendí que ningún maestro ni ninguna escuela me podían dar lo que estaba buscando, desilusionada comencé a enfocarme a vivir. Dejé de soñar con progresar espiritualmente. Tuve problemas cuando mi voluntad chocaba con las experiencias que la vida me presentaba, entendí que la vida no es mi voluntad sino un entramado de todo lo que me rodea. Dejé de vivir la vida para los demás, me enfrenté a mis máscaras y miedos La vida es para vivirla, no para vivir mi vida, sino para seguirla. Andarla conscientemente. La vida no se hace, eso cree nuestro Ego, que él puede hacer algo al respecto. Por eso nos la pasamos con la mente en el futuro, recordando el pasado... y desperdiciando el presente.

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